LA EDAD MEDIA
La edad media es un periodo comprendido entre el siglo V y el siglo XV, durante este periodo podemos observar que la educación buscaba la perfección de individuo a través de espíritu, por lo que todo aprendizaje girada en torno a la biblia.
También podemos encontrar ciertos sistemas educativos como lo fueron, la educación monástica, la catedralita y derivada de esta surge la universidad.
La edad media se caracterizó por la construcción de una educación que estaba regida por la doctrina cristiana, esto quiere decir que la enseñanza era meramente religiosa, profundamente moralizadora ya que trataba de liberar al hambre del pecado para que este alcanzara así la vida eterna, para así conseguir su mayor ideal que era lograr la santidad.
Para este entonces predominaron materias abstractas y literarias en lugar de materias más realistas y científicas; el uso de la didáctica se basaba en el verbalismo y el memorismo en lugar de usar el análisis y la reflexión, destacando la notable influencia del maestro ya que era una educación extremadamente disciplinada.
Durante este periodo histórico podemos conocer a varios representantes de la pedagogía como lo fueron Casidoro, San Isidro, Alcuino de York, Albero Magno, Rabano Mauro, San Agustín de Hipona y a su mayor representante Santo Tomas de Aquino; sin embargo, hablaremos de los tres que captaron nuestra atención como lo fueron, Santo Tomas de Aquino, Alberto Magno y San Agustín de Hipona.
EL FEUDALISMO
· Contexto histórico del feudalismo
Un antecedente del feudalismo fue el régimen de colonato en el Imperio romano. En este régimen los grandes propietarios de tierras instalaban en ellas a colonos (esclavos libertos o campesinos), que debían trabajarlas para su propio sustento y para pagar rentas a su señor, del que obtenían, a cambio, protección.
Tras la caída del Imperio romano en el siglo V, Europa occidental se dividió en varias unidades políticas más pequeñas hasta la conformación del breve Imperio carolingio. Este implementó un sistema de recompensas a nobles leales que suponía la entrega de tierras a cambio de servicios (especialmente militares).
Luego de la disgregación del Imperio carolingio en el siglo IX, varias zonas de Europa occidental fueron atacadas por magiares, musulmanes y vikingos. La defensa requería rapidez y recayó en los señores locales que tenían recursos para construir fortificaciones y reunir fuerzas de combate sin esperar la llegada de tropas reales.
Esto incentivó un sistema de fragmentación política que otorgó poder a los señores feudales y dio su forma a la Plena Edad Media. Aun así, a partir de fines del siglo XI algunos reyes, duques y condes iniciaron un proceso de concentración del poder político que los colocó en una posición de mayor autoridad en sus territorios, como el rey Luis VI de Francia, el conde Ramón Berenguer I de Barcelona y el duque Guillermo II de Normandía que llegó al trono de Inglaterra.
El sistema feudal fue perdiendo protagonismo a partir del siglo XIV, cuando las epidemias, las revueltas campesinas y el creciente impulso de la burguesía urbana disminuyeron el poder de la nobleza y abrieron el camino al surgimiento de monarquías centralizadas.
· La sociedad feudal
Feudalismo - Nobleza
Nobleza. Los nobles poseían grandes extensiones de tierras, en general, recibidas como retribución a sus esfuerzos militares u otros servicios (aunque en la práctica también podían ser heredadas). Se organizaban en linajes y mantenían vínculos de vasallaje con otros señores feudales o con el rey. Según sus títulos nobiliarios y su ubicación en la estructura social, podían pertenecer a la alta nobleza (duques, condes y marqueses) o a la baja nobleza (vizcondes, barones, caballeros, hidalgos, entre otros).
Clero. El personal eclesiástico, cuya autoridad máxima era el Papa con sede en Roma, se ocupaba de los asuntos religiosos, que dominaban el comportamiento humano de la época. Los eclesiásticos podían pertenecer al clero secular que residía en iglesias y catedrales, o al clero regular que seguía la regla de una orden religiosa y residía en conventos o monasterios. Pero además solían poseer privilegios de señores feudales.
Trabajadores. En la concepción de la época, este estamento lo integraban los siervos, pero algunos historiadores incluyen en él a distintos tipos de trabajadores que más tarde conformarán el llamado “estado llano”. Los siervos eran el estrato más bajo de la sociedad feudal, encargado de cultivar las tierras y hacerlas producir. No eran esclavos pero estaban atados de por vida a la tierra de su señor, a quien debían pagar una renta en especie y, a veces, otras prestaciones. Su condición era hereditaria. Los campesinos libres cultivaban sus propias tierras pero también debían pagar tributos u otras obligaciones al señor que tenía jurisdicción sobre un territorio (generalmente llamado “señorío”). Los artesanos y mercaderes habitaban en las ciudades y, si bien se relacionaban con los otros sectores sociales, se mantenían al margen del régimen feudal.
· El vasallaje
Los señores otorgaban a los vasallos una porción de sus tierras a cambio de fidelidad.
Una de las instituciones más importantes del feudalismo fue el vasallaje. Este consistía en un contrato de obligaciones mutuas entre dos hombres libres: el “señor” y el “vasallo”. El vasallaje era un compromiso de fidelidad y servicio por parte del vasallo (principalmente en materia militar, aunque también podía ser un pago) y obligaciones de protección o manutención por parte del señor.
De esta manera, el señor otorgaba a sus vasallos “feudos”, es decir, tierras (con los siervos que las ocupaban) sobre las que los vasallos pasaban a tener derechos de usufructo.
· Los caballeros
Feudalismo - caballero andante
Los caballeros eran jinetes guerreros con un estricto código de conducta.
Durante los tiempos del feudalismo surgió la figura del caballero, que se convirtió en motivo literario ya en los cantares de gesta medievales y en las novelas de caballería del siglo XVI (parodiadas en la célebre novela de Miguel de Cervantes El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha).
Los caballeros eran jinetes guerreros profesionales que estaban al servicio de un rey o señor feudal. Algunos recibían un feudo en vasallaje. En general, antes de ser armados caballeros debían cumplir una serie de etapas, comenzando como pajes y escuderos, y debían poder adquirir su propio equipamiento militar (como la espada y la armadura).
La caballería fue un importante componente militar que ofrecía movilidad y fuerza de ataque, pero también se convirtió en un ideal de honor y devoción religiosa. El caballero debía seguir un estricto código de conducta. Su participación en las Cruzadas fue especialmente importante, y algunas órdenes religioso-militares católicas, como los caballeros templarios y los caballeros teutones, nacieron al calor de estas campañas bélicas.
· La Iglesia católica
Pedro el ermitaño en Amiens
Según la Iglesia, el orden estamental del feudalismo emanaba de Dios.
Uno de los hechos más importantes del siglo XI fue el cisma que separó a la Iglesia católica occidental de la Iglesia ortodoxa oriental (1054). Pero en esos años, la Iglesia católica experimentó además un movimiento de reformas provocado por las críticas a la corrupción y a prácticas como la venta de oficios eclesiásticos y la investidura religiosa realizada por laicos (de acuerdo con los principios del vasallaje pero en contra de la doctrina de la Iglesia).
Algunos de estos movimientos reformistas provenían de monasterios como el de Cluny en Francia, pero la disputa por el nombramiento de clérigos (e incluso del Papa) enfrentó a la Iglesia con el Sacro Imperio Romano Germánico en la llamada “querella de las investiduras” (entre 1075 y 1122). Finalmente, se llegó al acuerdo de que los laicos no podían investir clérigos ni escoger al Sumo Pontífice, y que este debía ser elegido por un colegio de cardenales. Esto aseguró la supremacía papal en materia religiosa.
· Economía rural
La generación de riqueza durante los años del feudalismo provenía básicamente de la agricultura y la ganadería, a cargo de los siervos y de los campesinos libres.
Era una economía rural que experimentó un crecimiento entre los siglos XI y XIII debido a la expansión de tierras cultivables producto de las roturaciones y la rotación trienal, sobre todo en Francia, Inglaterra, Alemania y Países Bajos. También fue importante la incorporación de mejoras en el arado y el uso de molinos.
· Ciudades y comercio
En los primeros años de la sociedad feudal, el comercio era muy limitado y el urbanismo característico del Imperio romano había sido reemplazado por una ruralización casi absoluta de la economía (con excepción de algunas ciudades italianas). Sin embargo, las ciudades y el comercio vivieron un resurgimiento a partir de fines del siglo XI.
Las innovaciones agrícolas permitieron generar mayores excedentes productivos, que eran orientados a la compra de productos artesanales, como telas o nuevas herramientas. Estas, a la vez, mejoraban la producción y ampliaban los excedentes agrícolas, lo que permitía expandir el ciclo.
· Sistema militar
El orden feudal surgió tras la disgregación del Imperio carolingio y los ataques de vikingos, magiares y musulmanes. Los señores que ofrecían protección militar gracias a los servicios de vasallos y a la construcción de castillos concentraron poder. Este sistema militar también fue importante durante las frecuentes guerras entre reinos o señores, que tomaron la forma de incursiones y asedios más que de batallas campales.
Este tipo de guerra hacía importantes las máquinas de asedio y la movilidad de la caballería. Los caballeros también fueron importantes en las Cruzadas que enfrentaron a combatientes cristianos con ejércitos musulmanes por el dominio de Tierra Santa.
La guerra en los años del feudalismo era un modo de zanjar disputas dinásticas o territoriales, y permitía que quien venciera obtuviera ventajas económicas al ocupar las tierras del vencido: aumentaba su cantidad de siervos (que estaban atados a la tierra) y su posibilidad de producir alimento y sumar nuevos vasallos.
Sin embargo, la guerra también podía ser motivo de descontento entre los campesinos que veían sus tierras frecuentemente saqueadas o debían pagar mayores tributos para financiar las iniciativas bélicas de los nobles o reyes. Algunas de las revueltas campesinas del siglo XIV pudieron deberse en parte a este hecho.
· El fin del feudalismo
La declinación del feudalismo en Europa occidental durante el siglo XIV se debió a varias razones. Las guerras, las epidemias y las migraciones a las ciudades disminuyeron la población en el campo. La escasez de mano de obra estimuló el fin de la servidumbre. Los nobles, que debieron hacer frente a importantes revueltas campesinas, fueron perdiendo poder político.
En las guerras (especialmente en el contexto de la Guerra de los Cien Años), los reyes comenzaron a depender más de mercenarios que de sus vasallos, mientras que estos pagaban sus obligaciones con moneda. Muchos señores dejaron de vivir en sus señoríos y daban sus tierras en arriendo a campesinos.
Las burguesías urbanas acumulaban dinero y se convertían en prestamistas de reyes y príncipes. Esto consolidó las grandes casas comerciales que se ponían al servicio de monarquías crecientemente centralizadas, en una economía cada vez más monetizada.
Finalmente, aunque algunos aspectos de la sociedad feudal perduraron durante siglos, el poder señorial declinó irremediablemente.
SANTO TOMÁS DE AQUINO
Teólogo y filósofo italiano. Máximo representante de la filosofía escolástica medieval, abordó brillantemente una profunda y perdurable reformulación de la teología cristiana, que apenas había recibido aportaciones relevantes desde los tiempos de San Agustín de Hipona, es decir, durante los ocho siglos anteriores.
Nace en el castillo de Roccaseca (Italia) el año 1225.
Hijo de los condes de Aquino recibe la primera educación religiosa y científica en la abadía de Montecasino, para pasar después a la universidad de Nápoles. A los diecinueve años ingresa en la Orden de Predicadores.
Tomás de Aquino en París
Por indicación de Fray Juan Teutónico, Maestro de la Orden, termina sus estudios en París y Colonia, bajo la guía de Fray Alberto Magno, quien le convence de la necesidad de profundizar en Aristóteles, el filósofo de la razón, la razón es don de Dios y a él debe ordenarse.
A los treinta y dos años Tomás de Aquino es maestro de la cátedra de teología de París.
Mientras permanece en París, Tomás y los hermanos Predicadores elaboran en comunidad filosofía y teología, para después hacerla presente en la universidad.
OBRAS TEOLÓGICAS Y FILOSÓFICAS
Escribe muchas obras que destacan por su profundidad, admirando a maestros y estudiantes por la claridad, la distinción, la sutileza y la verdad con que procedía en la explicación de tantas y tan distintas materias, como son de ver en los cuatro grandes libros que escribió sobre el Maestro de las Sentencias. Por toda Europa volaba su fama, llevada por los que de todas partes iban a estudiar a la Sorbona y luego regresaban a sus tierras cantando la sabiduría del maestro.
OBRAS
Sus obras más extensas, y generalmente consideradas más importantes y sistemáticas, son sus tres síntesis teológicas o Summas: Summa Theologiae, Summa contra Gentiles y su Scriptum super Sententias. Aunque el interés y la temática principal siempre son teológicos, su obra abarca igualmente comentarios de obras filosóficas, polémicas o litúrgicas.
APORTES A LA PEDAGOGIA
La educación es en sí emancipadora, desde este ámbito, la pedagogía de Santo Tomás de Aquino ofrece orientaciones para el desarrollo de un proceso educativo centrado en la persona, de carácter humanista, encaminado hacia la virtud y en búsqueda
Pensamiento pedagógico
• Se considera como pensador medieval y es quien realiza la síntesis del pensamiento antiguo.
• La educación es muy necesaria para el hombre, pues sin ella no daría un cumplimiento pleno a su ser concepción de la Enseñanza y formación intelectual:
• La formación intelectual se realiza por descubrimiento o por enseñanza. Para Tomás de Aquino aprender por descubrimiento es posible, pero es preferible la enseñanza.
• Exponer los principios del saber a la consideración del discípulo.
• Llevar dichos principios a sus conclusiones propias.
SANTO TOMÁS
DE AQUINO Muerte
•7-03-1274•
Santo Tomás de Aquino murió en la abadía de Fossanova el 7 de marzo de 1274 cuando iba de camino al concilio de Lyon.
León XIII, el cuatro de agosto de 1880, lo proclamó patrón de todas las universidades y escuelas católicas.
Fue canonizado el dieciocho de julio de 1323 por Juan XXII.
San Pío V, el once de abril de 1567, lo declaró Doctor
de la Iglesia.
Santo Tomás de Aquino fue devotísimo de Cristo Salvador, especialmente de la cruz y de la eucaristía, que exaltó en sus composiciones litúrgicas para la fiesta del Corpus Christi (Cuerpo de Cristo). Tuvo una ferviente devoción filial a la Madre de Dios, la Virgen María.
ALBERTO MAGNO.
(1200-1280)
Religioso, teólogo, filósofo y doctor de la Iglesia alemán, que introdujo la ciencia y filosofía griegas y árabes en Europa durante la edad media.
Nació en Lauingen, la actual Baviera. En una familia nobiliaria. En 1223, cuando estudiaba en Padua, ingresó en la orden de los dominicos, que por entonces contaba con menos de diez años de existencia. Falleció en Colonia el 15 de noviembre de 1280, después de una vida en la que compaginó la teología y su labor religiosa con una curiosidad enciclopédica por la ciencia.
Ordenado sacerdote en Alemania, impartió clases antes de acudir a la Universidad de París, centro en el cual llegó a ser profesor en 1245 y, a continuación, catedrático de Teología. Entre sus primeros alumnos estuvo santo Tomás de Aquino. Viajó por toda Europa occidental en nombre de su orden, sirvió como provincial y, desde 1260 a 1262, fue obispo de Ratisbona, antes de volver a dedicarse a la enseñanza y la investigación.
Entre sus obras filosóficas destacan los Comentarios a las obras de Aristóteles. Su método consiste en parafrasear el texto añadiendo a veces digresiones de su propia cosecha. Esto hace que a veces resulte difícil determinar el propio pensamiento de Alberto en algunos temas. Se distinguen dos series en estos comentarios: la primera que comienza con la Física y que comprende "Philophia realis" (naturalis, mathematica y metaphisica). Especial mención merece su gran obra De animalibus en la que parafrasea ampliamente los libros de Aristóteles sobre el mismo tema.
La segunda serie corresponde a los Escritos lógicos, en los que incluye también comentarios a los libros de Boecio Liber de sex principiis y el De divisione.
De carácter teológico son: Tratado acerca de la naturaleza del bien, la Suma de criaturas y la Suma teológica, sobre cuya autoría no faltan algunas dudas.
Alberto defiende la diferencia entre teología y filosofía partiendo de los principios en que cada una se funda: la teología se funda en la revelación divina, mientras que la filosofía tiene toda su base en la razón. Según eso la filosofía tiene un valor propio, y no solamente en función de la teología.
Alberto es muy respetuoso de la autoridad de los filósofos, a quienes compara en la filosofía, con los Santos Padres en Teología. Pero sabe acatar y distinguir esa autoridad según la competencia de cada uno. Así, en medicina preferirá a Galeno e Hipócrates; en problemas científicos, dará prioridad a Aristóteles u otro estudioso. Conoce también los filósofos árabes y judíos como Avicena, Averroes, Alfarabi y Avicebrón. Cita a Maimónides y a los latinos Boecio, Cicerón y otros. Su vasto conocimiento le permitió confrontar doctrinas de Aristóteles con las de Platón y las de los neoplatónicos.
Tomó postura en favor del aristotelismo, en contra del agustinismo defendido en la escuela de los franciscanos, en tesis como la de la forma esencial, en el rechazo a las rationes seminales, y en cuanto a la doctrina de la iluminación. En la concepción del esse y de la essentia se nota mucho la influencia de Avicena. Frente a la pura potencialidad de la materia defendida por Santo Tomás, Alberto enseña que la forma ya está presente en la materia prima, aunque de manera germinal y confusa.
Su pensamiento sobre teología mística recibe la influencia del neoplatónico Dionisio. Enseña que lo divino no se recibe a través de la razón, sino por la experiencia singular de un pathos. Muestra el camino hacia una mística trinitaria, así como también el más tradicional de la mística de Cristo y de su Esposa.
En el campo del pensamiento científico dio a las nociones empíricas y causales una validez universal, ganándose la admiración de sus contemporáneos e incluso la de quienes hoy día se acercan a sus escritos.
SAN AGUSTIN DE HIPOMA
San Agustín fue el más grande de los padres latinos debido a su influencia, que dominó el pensamiento occidental hasta el siglo XIII. Nació en Tagaste, en la provincia de Numidia, el 13 de noviembre de 354. Aprendió los rudimentos del latín y de la aritmética con un maestro de Tagaste y, aunque no es del todo exacto afirmar que no supiese nada de griego, lo cierto es que dicha lengua le resultó odiosa y nunca llegó a leerla con facilidad. Alrededor del 365 se trasladó a Madaura, ciudad pagana, donde estudió gramática y literatura latina, alejándose de la fe de su madre, lo que su año sabático en Tagaste (369-370) no hizo sino acuciar.
De sus obras destacas podemos admirar dos, “Confesiones”, libro en el que escribe acerca de su juventud pecadora y de cómo se convirtió al cristianismo y “La ciudad de Dios” que es una apología del cristianismo, en la que se confronta la ciudad celestial a la ciudad pagana”.
San Agustín tenía un pensamiento filosófico en donde el hombre tiende a la felicidad por naturaleza y solo puede conseguirla a través de Dios, para ser feliz necesita de la razón como de su inteligencia y voluntad; dando como resultado una ética religiosa, ya que se centra en Dios y la felicidad que se produce en contraste con él.
El pensamiento pedagógico de San Agustín se basaba en un proceso integral (espiritual, intelectual, moral y de voluntad) encaminado a hacer emerger y dinamizar, mediante la fuerza cognitiva del amor, todas las potencialidades latentes del alumno a partir de sus necesidades reales, entrando en contacto así con sus aspiraciones e inquietudes más hondas, desarrollando un aprendizaje reflexivo y una escucha activa, siendo este el mismo protagonista de su proceso de enseñanza aprendizaje, también buscaba establecer la interioridad como un eje fundamental para desarrollar la capacidad e reflexión y así poder fomentar un modelo basado en aprender a escuchar e interrogar.
Lo que interesó realmente a San Agustín fue el conocimiento de las cosas eternas -las ideas ejemplares o los inteligibles-, y su relación con Dios. En esto consiste la sabiduría (ratio superior), así que su actitud hacia los objetos sensibles es platónica: no puede obtenerse verdadero conocimiento de ellos por su carácter mudable, lo que les priva del status de verdadero objeto de conocimiento. Siendo la sensación común a hombres y animales, al hombre le diferencia del animal la posibilidad de conocimiento racional de los objetos corpóreos (ratio inferior), de forma que los niveles del conocimiento serían los siguientes:
a) el nivel inferior de conocimiento lo constituye la sensación, común entre el hombre y los brutos.
b) en un nivel intermedio se sitúa el conocimiento racional, dirigido a la acción, que supone el uso de los sentidos y se dirige a los objetos sensibles, pero en el que la mente juzga los objetos corpóreos de acuerdo con modelos eternos e incorpóreos (ratio inferior).
c) el nivel más alto lo constituye la contemplación que hace la mente de las cosas eternas por sí mismas, sin intervención de la sensación, lo que se conoce como sabiduría, de carácter puramente contemplativo (ratio superior).
Agustín de Hipona es ensalzado como el más grande de los Padres de la Iglesia cristiana. Desarrolló lo que se conoce como teología sistemática, es decir, una explicación de cómo el cristianismo encaja en las visiones del universo, la creación y la relación de la humanidad con Dios, es por ello que se encuentra entre los representantes importantes de la edad media.
REFERENCIAS.
RUELLO, F.: La notion de vérité chez saint Albert le Grand et saint Thomas d'Aquin de 1243 á 1254, París, 1969.
San Alberto Magno. (s/f). Sld.cu. Recuperado el 07 de febrero de 2023, de https://especialidades.sld.cu/embriologia/historia-de-la-embriologia/personalidades/san-alberto-magno/
: https://humanidades.com/feudalismo/#ixzz7u0BQaGNQ
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